El S&P 500, que agrupa a las 500 empresas más grandes de Estados Unidos, registró una subida marginal del 0.1%, indicando un balance casi neutro entre ganadores y perdedores. Por su parte, el Nasdaq Composite, con un alto componente de empresas tecnológicas, experimentó una caída del 0.3%. Este retroceso se atribuyó en gran medida a las pérdidas en acciones de empresas tecnológicas de alto rendimiento que habían liderado el mercado en meses anteriores. Específicamente, se reportaron caídas en los títulos de Palantir, Alphabet (matriz de Google) y Amazon. La debilidad en el sector tecnológico sugiere que los inversionistas podrían estar realizando una rotación de carteras, moviendo capital desde acciones de crecimiento, que son más sensibles a las perspectivas económicas a largo plazo, hacia acciones de valor o más defensivas, como las que componen el Dow Jones. La sesión bursátil previa ya había sido “deslucida”, con los principales índices cerrando con pocos cambios, lo que anticipaba la cautela de los operadores.