El inicio de la semana bursátil en Estados Unidos estuvo marcado por un tono negativo, rompiendo con el impulso alcista que había llevado a sus principales indicadores a cerrar la semana anterior con ganancias y nuevos récords. Quince minutos después del inicio de las operaciones, el principal indicador, el Dow Jones de Industriales, registraba una baja del 0.53%. De manera similar, el S&P 500 cedía un 0.18% y el índice tecnológico Nasdaq retrocedía un 0.10%. Este comportamiento sugiere una pausa en el apetito por el riesgo de los inversionistas, posiblemente motivada por una toma de ganancias después de los fuertes avances previos. Cabe recordar que la semana anterior, el mercado estadounidense se vio impulsado por "la esperada rebaja de los tipos de interés en Estados Unidos, la primera en casi un año, y por las nuevas noticias halagüeñas para el sector tecnológico".
El retroceso del lunes fue heterogéneo. Dentro de las 30 empresas que componen el Dow Jones, predominó el color rojo, con caídas destacadas en compañías como Salesforce, que perdió un 1.26%, y el gigante financiero JPMorgan, con un descenso del 1.09%.
Sin embargo, no todas las grandes corporaciones siguieron esta tendencia.
Apple, un pilar del sector tecnológico, logró desmarcarse con una importante subida del 2.05%, mientras que el gigante minorista Walmart avanzó un 0.73%. Esta divergencia en el desempeño de las acciones individuales indica que, más que un pánico generalizado, el mercado podría estar reajustando posiciones en sectores específicos. Adicionalmente, el precio del petróleo West Texas Intermediate (WTI) contribuía al ambiente de cautela, al registrar una baja que lo situaba en 62.25 dólares por barril.