Esta caída generalizada se atribuye a una combinación de factores.

En primer lugar, los inversionistas optaron por la toma de ganancias después de que los índices alcanzaran máximos históricos en jornadas previas. En segundo lugar, las declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, generaron incertidumbre. El martes, Powell advirtió que “los precios de los activos parecían bastante elevados”, comentarios que para algunos analistas evocaron la famosa frase de “exuberancia irracional” de Alan Greenspan en 1996.

Esta postura prudente del banco central sobre la política monetaria futura y los riesgos inflacionarios llevó a los operadores a reevaluar sus posiciones.

Finalmente, el retroceso fue reforzado por el comportamiento negativo de emisoras clave del sector tecnológico, que sufrieron correcciones importantes y arrastraron el sentimiento del mercado.

La jornada reflejó un reajuste de expectativas en un entorno de altas valoraciones y a la espera de nuevos datos económicos.