El Dow Jones registró una pérdida del 0.38%, mientras que el S&P 500 y el Nasdaq Composite mostraron retrocesos del 0.50% cada uno. En la apertura, las caídas fueron incluso más pronunciadas, con el Nasdaq cediendo hasta un 1.25%.

Esta tendencia bajista se atribuye directamente a la reacción del mercado ante los sólidos datos económicos de Estados Unidos, como la revisión al alza del PIB y las menores solicitudes de desempleo. Estos indicadores sugieren que la Fed tiene menos presión para implementar un ciclo agresivo de recortes de tasas, lo que a su vez eleva los costos de financiamiento para las empresas y reduce el atractivo relativo de las acciones frente a los bonos, cuyos rendimientos han aumentado. Además, los artículos mencionan que las preocupaciones por las valuaciones elevadas en el sector tecnológico y las correcciones en emisoras ligadas a la inteligencia artificial también contribuyeron a la presión vendedora, extendiendo la corrección de sesiones previas.