Sin embargo, este optimismo no fue suficiente para compensar las pérdidas acumuladas.

La semana estuvo marcada por la incertidumbre, agravada por el anuncio de nuevos aranceles por parte del presidente Donald Trump, lo que reavivó los temores de una guerra comercial. Además, el mercado global se vio afectado por la preocupación de un posible cierre del gobierno federal en Estados Unidos.