Este rally es una respuesta directa a la creciente incertidumbre económica y fiscal proveniente de Estados Unidos.
Durante la jornada, el metal dorado registró un alza de entre 1.42% y 1.66%, alcanzando cotizaciones que variaron entre 3,819.81 y 3,863.05 dólares por onza troy.
Este movimiento extendió una racha alcista de seis semanas consecutivas y elevó la ganancia del oro a un impresionante 45% en lo que va del año. El principal catalizador de esta "fiebre por la seguridad" es el temor a un posible cierre parcial del gobierno de Estados Unidos si el Congreso no logra un acuerdo presupuestario. Dicha parálisis podría frenar la actividad económica y retrasar la publicación de datos cruciales, como el informe de empleo.
Esta incertidumbre ha provocado una depreciación del dólar estadounidense a nivel global, lo que a su vez abarata el oro para los compradores que utilizan otras divisas y aumenta su atractivo. Adicionalmente, el mercado anticipa que la Reserva Federal (Fed) podría mantener o incluso acelerar su ciclo de recortes de tasas de interés para contrarrestar cualquier debilidad económica, lo que hace que un activo sin rendimiento como el oro sea más competitivo. La fuerte demanda se refleja en los flujos de capital hacia los fondos cotizados (ETF) respaldados por oro, que alcanzaron niveles no vistos desde 2022, mientras que bancos como Goldman Sachs y Deutsche Bank esperan que el repunte continúe.













