El peso mexicano mostró una notable estabilidad y una ligera tendencia a la apreciación frente al dólar estadounidense, en una jornada marcada por la volatilidad y la aversión al riesgo a nivel global. La divisa nacional se benefició principalmente de la debilidad del billete verde, aunque no logró una ganancia contundente debido a la cautela generalizada en los mercados. El tipo de cambio concluyó la jornada internacional alrededor de los 18.36 pesos por dólar, lo que significó una apreciación marginal que osciló entre 0.05% y 0.22%, equivalente a unos pocos centavos. Durante la sesión, el tipo de cambio spot osciló entre un mínimo de 18.32 y un máximo de 18.40 unidades por dólar.
Esta resistencia del peso se atribuye a varios factores.
El más inmediato fue el retroceso generalizado del dólar, provocado por los temores de un cierre de gobierno en Estados Unidos. Además, los datos de inflación en EE.
UU. (índice PCE) publicados previamente se ubicaron dentro de las expectativas del mercado, lo que reforzó la idea de que la Reserva Federal podría continuar con su ciclo de relajación monetaria. A nivel local, el reciente recorte de 25 puntos base a la tasa de interés de referencia por parte del Banco de México (Banxico) también fue asimilado por el mercado. A pesar de estos factores favorables, la apreciación del peso fue limitada, lo que refleja que la incertidumbre sobre la política fiscal estadounidense y la búsqueda de estabilidad por parte de los inversionistas mantiene un entorno de cautela. En el año, la moneda mexicana acumula una apreciación de entre 11% y 11.9%.
En resumenEl peso mexicano demostró resiliencia al mantenerse estable y registrar una ligera ganancia en torno a los 18.36 por dólar, apoyado por la debilidad de la divisa estadounidense y datos de inflación moderados en EE. UU. Sin embargo, la persistente incertidumbre global limitó una apreciación más significativa.