El impulso provino de la decisión de la Reserva Federal de recortar su tasa en 25 puntos base y de las expectativas de recortes adicionales. Además, el auge de la inteligencia artificial apuntaló a gigantes tecnológicos como Nvidia, que se revalorizó un 22% en el trimestre, y Oracle, que subió un 28% en el mismo periodo gracias a contratos multimillonarios con OpenAI. A pesar de la incertidumbre generada por un posible cierre del gobierno estadounidense, los mercados se mantuvieron firmes, demostrando la confianza de los inversionistas en la fortaleza de la economía y el potencial de crecimiento del sector tecnológico.