Otras fuentes reportaron una depreciación semanal de 0.3%.

En ventanilla bancaria, el dólar al menudeo se vendió hasta en 18.87 pesos, cuatro centavos por encima del cierre de la semana anterior. Analistas de Grupo Financiero Base comentaron que “el peso mexicano fue de las pocas divisas que perdieron terreno, lo que se debe al cierre de operaciones del gobierno de Estados Unidos”. A pesar del debilitamiento generalizado del dólar a nivel global, que suele beneficiar a las monedas emergentes, la cautela de los inversionistas limitó el potencial de apreciación del peso. La semana demostró la alta sensibilidad de la moneda mexicana a los acontecimientos externos, confirmando que, aunque factores internos como la mejora en la calificación de Pemex y buenos datos de inversión fija bruta ofrecieron soporte, el entorno internacional sigue siendo el principal determinante de su comportamiento.