La compañía entregó 497,099 vehículos entre julio y septiembre, frente a los 440,000 que esperaban los analistas, lo que representa una señal de recuperación tras un periodo complicado.

Este repunte se atribuye casi en su totalidad al desempeño de sus modelos más asequibles, el Model Y y el Model 3, cuyas entregas conjuntas aumentaron más de un 9%. En contraste, los modelos de gama alta como el S, X y el Cybertruck experimentaron una caída interanual del 30%. Esto indica que la estrategia de enfocarse en vehículos con un precio inferior a los 45,000 dólares en Estados Unidos está rindiendo frutos. La noticia llega después de que la empresa enfrentara desafíos como el crecimiento de la competencia china y protestas vinculadas a las posturas políticas de su director general, Elon Musk. El mercado reaccionó positivamente, aunque con moderación, y las acciones de la compañía subieron un 0.68% en Wall Street tras el anuncio. La recuperación de las ventas también tuvo un impacto directo en la fortuna de Musk, que según Forbes, creció gracias al aumento de las acciones de Tesla, superando brevemente los 500 mil millones de dólares.