Este desempeño positivo se materializó a pesar de la incertidumbre generada por el cierre del gobierno estadounidense.

El Dow Jones registró una ganancia semanal del 1.1%, ligando tres semanas al alza y alcanzando un nuevo máximo histórico de 46,761.72 puntos. De manera similar, el S&P 500 subió un 1.09%, también estableciendo un nuevo récord en 6,715.82 puntos. El Nasdaq Composite no se quedó atrás, con un avance semanal del 1.32%. Para el S&P 500 y el Nasdaq, esto significó ganancias en cuatro de las últimas cinco semanas.

Los analistas atribuyen este sólido desempeño a dos factores principales.

En primer lugar, el impulso del sector tecnológico a nivel mundial respaldó las ganancias.

En segundo lugar, la expectativa de que la Reserva Federal aplicará nuevos recortes a las tasas de interés se vio reforzada por el propio cierre gubernamental y los débiles datos económicos que sí se publicaron. Esta perspectiva de una política monetaria más laxa ayudó a los inversionistas a mitigar las preocupaciones sobre los costos económicos de la parálisis política. La resiliencia de los mercados estadounidenses demuestra una divergencia en la percepción del riesgo, donde los efectos del cierre se consideraron más perjudiciales para socios comerciales como México que para el propio mercado estadounidense.