Este dinamismo se vio reflejado en noticias y alianzas estratégicas dentro de la industria. Un ejemplo destacado fue que OpenAI alcanzó una valoración de mercado de 500 mil millones de dólares, consolidándose como la empresa privada más grande del planeta.

Además, se anunciaron importantes colaboraciones que generaron optimismo entre los inversionistas, como las alianzas entre la japonesa Hitachi Ltd.

con OpenAI, y de Fujitsu Ltd. con Nvidia.

Estos acontecimientos subrayan el continuo crecimiento y la influencia del sector de tecnologías de la información y la inteligencia artificial en la economía global. El buen rendimiento de las empresas tecnológicas en Wall Street, particularmente en el índice Nasdaq, fue un componente clave para que los mercados estadounidenses alcanzaran nuevos máximos históricos, demostrando que la innovación en este sector sigue siendo un motor fundamental para el crecimiento bursátil a pesar de la incertidumbre política.