La lista fue encabezada por el peso argentino, con una caída del 7.16%, seguido por el peso chileno (-0.55%), la lira turca (-0.49%) y, en cuarto lugar, el peso mexicano (-0.14%). Otras monedas que también se depreciaron, aunque ligeramente, fueron el dólar canadiense (-0.13%) y la rupia india (-0.07%). Que el peso mexicano se encuentre en este grupo es significativo, ya que muchas otras monedas de mercados emergentes y desarrollados lograron apreciarse gracias a la caída del 0.44% en el índice ponderado del dólar. Esta divergencia sugiere que los inversionistas perciben un mayor riesgo para la economía mexicana derivado del cierre del gobierno estadounidense, en comparación con el que enfrentan otras naciones. La profunda integración económica entre México y Estados Unidos significa que cualquier desaceleración o disrupción en el vecino del norte tiene un impacto magnificado en la economía y, por ende, en la moneda mexicana.