Para la divisa mexicana, esta situación representa un arma de doble filo. Por un lado, la debilidad del dólar asociada a la crisis ha contribuido a la apreciación del peso.

Sin embargo, analistas como Iván Arias de Banamex señalan que la resolución de este conflicto es un factor que puede meter ruido al tipo de cambio. Aunque se espera una salida rápida, como ha ocurrido en otras ocasiones, la parálisis subraya la fragilidad política en Estados Unidos y pone a prueba la confianza en sus instituciones y en su moneda como principal activo de refugio global.