Estos movimientos bruscos fueron una reacción directa del mercado a la incertidumbre generada por su oferta para adquirir Banamex.

El lunes, las acciones de la compañía se hundieron un 15.43%, una de las caídas más severas de su historia reciente, lo que arrastró al Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la BMV a una pérdida del 2.55%. La reacción de los inversionistas reflejó una aversión al riesgo y una revaluación del perfil financiero de la compañía ante la magnitud de la posible adquisición.

Sin embargo, en las sesiones siguientes, los títulos de Grupo México comenzaron a recuperar terreno.

El martes mostraron una ganancia del 1.63% y el miércoles avanzaron otro 2.28%, cerrando en 141.36 pesos.

Esta recuperación, que le permitió recuperar más de 14 mil millones de pesos de su valor de mercado perdido, se vio apoyada por un comunicado que la empresa envió a la bolsa, en el que detallaba los términos de su oferta y reafirmaba su compromiso con la operación. A pesar de la recuperación, la volatilidad subraya las dudas que persisten en el mercado sobre la capacidad de la empresa para concretar la compra y los riesgos financieros asociados a la misma.