Este movimiento refleja que los inversionistas no solo buscan la seguridad del oro, sino que también diversifican sus coberturas en otros metales preciosos. El alza de la plata, que acumula una ganancia superior al 69% en lo que va del año, se atribuye a una combinación de factores idénticos a los del oro: la incertidumbre económica y geopolítica, las expectativas de recortes de tasas de interés en Estados Unidos y la debilidad del dólar. Adicionalmente, Suki Cooper, de Standard Chartered Bank, señaló que el mercado de la plata enfrenta una escasez de oferta en el mercado al contado, lo que, junto con la fuerte demanda estacional de la India, ha contribuido a la presión alcista. En respuesta a esta tendencia, el banco HSBC elevó sus previsiones para el precio promedio de la plata en 2025 a 38.56 dólares y para 2026 a 44.50 dólares, citando la fortaleza del oro y la renovada demanda de los inversionistas. El impulso también se extendió a otros metales como el platino y el paladio, que registraron importantes ganancias.