La situación también ha sido un catalizador para la búsqueda de activos refugio, contribuyendo al alza histórica del precio del oro, que superó los 4,000 dólares por onza. Para México, los efectos son mixtos: aunque la debilidad inicial del dólar puede apreciar al peso, un cierre extendido podría aumentar la aversión al riesgo global, provocando una salida de capitales de mercados emergentes y revirtiendo cualquier ganancia para la moneda nacional.