Quiroz también señaló un factor adicional: el desplome del real brasileño debido a preocupaciones fiscales en Brasil, lo que “redujeron el atractivo de las divisas emergentes en operaciones de carry trade”. A pesar de la depreciación, algunos análisis destacaron que el peso se mantenía relativamente estable en comparación con otras divisas, aunque la volatilidad podría continuar mientras persista la incertidumbre comercial.