Un factor que contribuyó a esta tendencia fue un informe de la Universidad de Michigan que indicó un continuo declive en el sentimiento del consumidor en Estados Unidos. Según Joanne Hsu, directora de las Encuestas de Consumidores, “los problemas para el bolsillo como los precios altos y el débil panorama laboral siguen siendo la principal preocupación de los consumidores”. Esta percepción de debilidad económica interna, sumada al choque externo de la disputa comercial, reforzó la estrategia de los inversionistas de abandonar activos de mayor riesgo como las acciones y buscar la seguridad de la deuda gubernamental, considerada una de las inversiones más seguras del mundo.