El mercado, que se había mantenido relativamente estable a pesar del cierre del gobierno, reaccionó de forma drástica a las nuevas amenazas arancelarias del presidente Donald Trump.

El viernes, los tres índices principales cerraron con pérdidas significativas.

El Promedio Industrial Dow Jones cayó un 1.90% para ubicarse en 45,479.60 unidades. El S&P 500, que agrupa a las empresas más grandes, retrocedió un 2.71% hasta los 6,552.51 puntos, mientras que el Nasdaq Composite, de alto componente tecnológico, se desplomó un 3.56%, cerrando en 22,204.43 puntos. Estas caídas ampliaron las pérdidas acumuladas de la semana, que se situaron en 2.73% para el Dow Jones, 2.43% para el S&P 500 y 2.53% para el Nasdaq. El detonante directo fue el anuncio de Trump sobre la imposición de un arancel adicional del 100% a las importaciones chinas.

Este sentimiento negativo se extendió globalmente, provocando “pérdidas generalizadas a nivel global” en las bolsas de valores.

Sin embargo, al inicio de la siguiente semana, los mercados mostraron signos de recuperación. Los datos del lunes 13 de octubre indicaron un rebote, con el Dow Jones subiendo un 0.71% y el Nasdaq un 1.38%, sugiriendo que los inversionistas estaban reevaluando el impacto de las tensiones o reaccionando a nuevos factores.