Los analistas estiman que cada semana de cierre podría restar entre 0.1 y 0.2 puntos porcentuales al crecimiento del PIB estadounidense. Uno de los impactos más directos en los mercados es la interrupción en la divulgación de indicadores económicos esenciales, como los informes de nómina no agrícola y de inflación. Este vacío de información dificulta la capacidad de la Reserva Federal para evaluar la salud de la economía y definir su política monetaria, especialmente de cara a su reunión del 29 de octubre. Leslie Orozco, de Banorte, afirmó que la falta de consenso "no solo frena la actividad administrativa del gobierno, sino que también erosiona la confianza en la gestión económica de la principal potencia mundial". Esta incertidumbre ha sido citada como una de las razones que impulsan la demanda de activos de refugio como el oro, ya que los inversionistas buscan protegerse de la volatilidad generada por la disfunción política en Washington.