Sin embargo, el FMI considera que este optimismo oculta vulnerabilidades crecientes.

Tobias Adrian, director del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital del FMI, afirmó que "si bien las condiciones financieras son fáciles, los riesgos macrofinancieros persisten".

El Fondo también destacó la creciente interconexión entre los bancos y el sector financiero no bancario, menos regulado, como un posible amplificador de cualquier shock sistémico. Por ello, instó a los bancos centrales a mantenerse vigilantes ante los riesgos de inflación y a los gobiernos a realizar "ajustes fiscales urgentes" para garantizar la resiliencia de los mercados de bonos.