La disminución de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China fue el principal catalizador para el optimismo en los mercados financieros globales durante la semana. Este cambio en el panorama geopolítico fomentó una menor aversión al riesgo, beneficiando a las bolsas de valores y a las monedas de mercados emergentes. El punto de inflexión se produjo tras declaraciones del presidente Donald Trump, quien afirmó que una reunión con su homólogo chino, Xi Jinping, seguía en pie y que ambas partes mantenían una buena relación. Además, reconoció que la imposición de aranceles del 100% a las importaciones chinas no era una medida sostenible.
Estos comentarios fueron reforzados por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien confirmó haber mantenido “conversaciones francas y detalladas” con el viceministro chino He Lifeng. Según la analista Gabriela Siller, el mercado comenzó a especular que la tregua arancelaria, vigente hasta el 10 de noviembre, podría extenderse por más tiempo.
Esta percepción de un diálogo constructivo entre las dos mayores economías del mundo calmó a los inversionistas, quienes habían buscado refugio en activos seguros como el yen japonés y el franco suizo en semanas anteriores. Como resultado, se observó un renovado apetito por activos de mayor riesgo, lo que se tradujo en ganancias para los principales índices bursátiles de EE.UU. y México, y en una apreciación significativa para divisas como el peso mexicano, el peso colombiano y el real brasileño.
En resumenEl aparente cese de hostilidades en la guerra comercial entre Washington y Pekín proporcionó un alivio crucial a los mercados, restaurando la confianza de los inversionistas y convirtiéndose en el motor principal de las ganancias en los activos de riesgo a nivel mundial.