Sin embargo, otras preocupaciones como el cierre del gobierno estadounidense y las tensiones globales mantuvieron elevada la demanda de seguridad.

El oro, considerado un refugio en tiempos de inestabilidad, registró una ganancia semanal del 5.8%, y su avance acumulado en lo que va del año alcanza un impresionante 62%. Un informe de HSBC sugiere que muchos nuevos inversionistas permanecerán en el mercado del oro incluso si la tendencia alcista se modera. Hacia el final de la semana, se observó una ligera corrección, con el precio retrocediendo a 4,251.19 dólares la onza, aunque otra fuente reportó un cierre en 4,365 dólares. Esta búsqueda de refugio no se limita a los grandes inversionistas, ya que se reportó un incremento en la compra de monedas de oro y plata por parte de ciudadanos en regiones como Chihuahua, como una forma de protegerse ante la incertidumbre económica. La perspectiva a largo plazo sigue siendo alcista, con pronósticos que sugieren que la onza podría llegar a 5,000 dólares debido a la debilidad del dólar.