El crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) avanzó 8 centavos para cerrar en 57.54 dólares por barril, mientras que el Brent, la referencia internacional, ganó 23 centavos, situándose en 61.29 dólares. La mezcla mexicana de exportación también subió 5 centavos, hasta los 54.56 dólares.

Sin embargo, este repunte diario no fue suficiente para compensar las caídas acumuladas durante la semana.

El WTI registró una pérdida semanal del 2.31%, y otras referencias petroleras experimentaron retrocesos de alrededor del 3%.

Esta tendencia a la baja refleja la persistente preocupación de los inversionistas sobre una posible desaceleración económica global que podría mermar la demanda de energía.

El mercado petrolero parece estar atrapado entre las noticias geopolíticas a corto plazo, que pueden generar alzas puntuales, y los fundamentos económicos a largo plazo, que actualmente apuntan a un panorama de menor crecimiento.