Sin embargo, esta misma expectativa genera una corriente de cautela. Como señalan algunos analistas, "pese a las crecientes esperanzas de nuevos recortes de las tasas de interés este año, la atención se está centrando en la salud subyacente de la economía". La necesidad de que la Fed recorte las tasas suele ser una señal de que el crecimiento económico se está debilitando o enfrenta riesgos significativos. Por lo tanto, mientras los mercados celebran la potencial inyección de liquidez y el estímulo monetario, también se ven obligados a cuestionar las razones subyacentes que motivarían tal acción, creando un entorno donde el optimismo y la preocupación coexisten.