El barril de Brent del Mar del Norte, referencia internacional, perdió un 0.46% para situarse en 61.01 dólares, mientras que su equivalente estadounidense, el West Texas Intermediate (WTI), cedió un 0.03% a 57.52 dólares.
La principal preocupación del mercado ha cambiado de la escasez a la sobreoferta. Andy Lipow, de Lipow Oil Associates, resumió la situación afirmando que "el crudo sigue bajo presión porque la oferta sigue aumentando", refiriéndose al incremento de las cuotas de producción de la OPEP y sus aliados (OPEP+), así como al aumento de la producción en países como Estados Unidos, Brasil y Guyana. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) proyecta un excedente de oferta de 2.2 millones de barriles diarios en 2025. A esto se suman las preocupaciones por el lado de la demanda, tras el anuncio de China, el mayor importador de crudo del mundo, de una desaceleración en su crecimiento económico. La estructura del mercado ha comenzado a mostrar una configuración de "contango", donde los precios para entrega futura son más altos que los precios inmediatos, lo que típicamente indica una percepción de abundancia de oferta a corto plazo.













