Esta abrupta caída se atribuye a una combinación de factores técnicos y macroeconómicos. En primer lugar, muchos inversionistas optaron por una toma de utilidades, capitalizando el repunte acumulado de más del 55% en lo que va de 2025. Analistas de Actinver calificaron el movimiento como una "corrección saludable".
En segundo lugar, el fortalecimiento del dólar estadounidense ejerció una presión bajista significativa; un dólar más fuerte encarece el oro para los compradores con otras divisas, desincentivando la demanda.
Antonio Montiel, director de Análisis de ATFX Education, explicó que el ajuste refleja esta mezcla de toma de ganancias y la fortaleza del billete verde. Finalmente, la demanda de activos de refugio disminuyó ante señales de una posible distensión en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, así como el fin de una temporada de alta demanda estacional en India. A pesar de esta corrección, los analistas de Monex indicaron que los fundamentos estructurales que respaldan al oro, como la acumulación por parte de bancos centrales y la búsqueda de refugio ante desequilibrios fiscales, se mantienen sólidos.













