Las fuentes reportan caídas que oscilan entre 5.2% y 6.3% en la sesión, lo que representa el mayor retroceso diario desde 2020, 2013 o incluso en 12 años, según el informe.

El precio de la onza cayó por debajo de los 4,150 dólares, llegando a tocar mínimos cercanos a los 4,000 dólares.

Esta liquidación masiva se atribuyó a una combinación de factores. En primer lugar, una intensa toma de ganancias por parte de los inversionistas, después de que el oro acumulara un avance de más del 50% en 2025. El analista Ricardo Evangelista de ActivTrades señaló que el metal había entrado en “territorio de sobrecompra”, lo que motivó a los operadores a asegurar sus beneficios. En segundo lugar, el fortalecimiento del dólar estadounidense, que encarece el oro para los compradores con otras divisas. Finalmente, las señales de una posible distensión en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, ante una próxima reunión presidencial, disminuyeron el atractivo del oro como activo de refugio.

La corrección también afectó a otros metales preciosos como la plata, que cayó un 7.8%, y al platino.