Esta dualidad se reflejó en el comportamiento del mercado: las sesiones más recientes mostraron ganancias basadas en la esperanza diplomática, pero jornadas previas habían cerrado con pérdidas generalizadas, lideradas por el sector tecnológico, ante el temor de nuevas restricciones. El Nasdaq, por ejemplo, había retrocedido un 1.8% en una sesión anterior por esta preocupación.

Esta volatilidad evidencia cómo cada noticia, positiva o negativa, sobre la relación bilateral tiene el poder de mover los mercados de manera inmediata.