Esta desaceleración en las presiones inflacionarias fue recibida con euforia en Wall Street, ya que los inversores consideran que le otorga a la Fed el margen necesario para implementar nuevos recortes en las tasas de interés. Los mercados de futuros rápidamente ajustaron sus probabilidades, asignando casi un 98.5% de posibilidad a un recorte en la reunión de diciembre. La noticia tuvo un efecto dominó, provocando un retroceso global del dólar y un repunte en los activos de riesgo, incluyendo las bolsas de valores y algunas monedas de mercados emergentes. A pesar de que el informe se publicó en un contexto de incertidumbre por el cierre gubernamental, que podría afectar la calidad de los datos económicos futuros, su impacto fue inmediato y determinante para el sentimiento del mercado al cierre de la semana.