Este metal es a menudo considerado un barómetro de la salud económica mundial, por lo que su avance sugiere una percepción de demanda robusta o de oferta restringida.
Otros metales básicos también cerraron la semana con ganancias notables: el zinc subió un 3.14%, el aluminio avanzó un 2.93% y el níquel ganó un 1.55%. El único metal industrial que registró una leve baja fue el acero, con un descenso del 0.12% para cerrar en 813 dólares por tonelada. El comportamiento de este sector contrasta marcadamente con el del oro y la plata, que cayeron por una toma de utilidades. La fortaleza de los metales industriales indica que los inversionistas están poniendo más atención a los fundamentos de oferta y demanda en mercados específicos, en un contexto de optimismo sobre una posible mejora en el comercio global, alimentado por la expectativa de un encuentro entre los líderes de Estados Unidos y China.













