Este encuentro se produce después de que los equipos negociadores alcanzaran un “consenso preliminar” en Malasia, que aborda puntos de fricción históricos como la reducción de aranceles, la apertura de sectores comerciales y la protección de la propiedad intelectual. El optimismo no se limitó a Japón; tuvo un efecto dominó en otros mercados asiáticos, con el índice Topix subiendo un 1.48%, el SZSE Component de China un 2.02% y el KOSPI de Corea del Sur un 1.99%. Adicionalmente, el buen desempeño del Nikkei se apoya en factores internos de la economía japonesa, como la estabilidad del yen, la mejora de las exportaciones, una política monetaria estable por parte del Banco de Japón y los resultados positivos de gigantes corporativos como Sony, SoftBank y Toyota. Sin embargo, los analistas advierten que la euforia del mercado es frágil y depende de que las negociaciones se concreten en un acuerdo real, ya que cualquier retroceso podría generar correcciones inmediatas.