Un "acuerdo preliminar" alcanzado entre las delegaciones de Estados Unidos y China se convirtió en el principal catalizador para una ola de apetito por el riesgo en los mercados financieros globales. La noticia de un posible fin a las disputas comerciales entre las dos mayores economías del mundo generó alzas generalizadas en las bolsas de valores y en las monedas de mercados emergentes. Tras dos días de negociaciones en Kuala Lumpur, Malasia, los equipos de ambos países lograron un "marco sustancial" que podría evitar la imposición de aranceles del 100% amenazados por el presidente Donald Trump.
Este avance allana el camino para una reunión clave entre Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, programada para esta semana.
Los temas discutidos incluyeron controles a la exportación, la cooperación en la lucha contra el fentanilo y la posible reanudación de las compras chinas de soya estadounidense. El optimismo fue tan palpable que Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base, explicó que "la apreciación del peso y el retroceso del metal amarillo se debe a un aumento del apetito por riesgo ante señales de que Estados Unidos y China alcanzarán un acuerdo comercial esta semana". Por su parte, el presidente Trump alimentó las expectativas al declarar: "Tengo un gran respeto por el Presidente Xi y vamos a lograr el acuerdo". Este ambiente de distensión redujo la demanda de activos de refugio como el oro y fortaleció a las divisas de países con fuertes lazos comerciales, como el peso mexicano.
En resumenEl avance en las negociaciones comerciales entre EE. UU. y China fue el motor principal del optimismo en los mercados, disminuyendo la incertidumbre y fomentando la inversión en activos de mayor riesgo. La próxima cumbre presidencial será crucial para formalizar los acuerdos y definir el rumbo del comercio internacional.