Además del factor comercial, los mercados europeos se vieron apoyados por la mejora de la confianza empresarial en Alemania y la fortaleza del euro, que se cambiaba a 1.1639 dólares. Los inversionistas también se mantuvieron a la expectativa de las próximas reuniones de política monetaria de la Reserva Federal y del Banco Central Europeo (BCE).