Con esta compra, se ubica por debajo del Fideicomiso Azcárraga (15.6%), la firma Dodge & Cox (11.1%) y Fintech Holdings Inc.

(8.9%).

En un comunicado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), Televisa informó que el empresario manifestó que “no tiene intención de adquirir influencia significativa en la Compañía”. Analistas de mercado consideraron el movimiento como una estrategia de negocios astuta. Felipe Mendoza, de ATFX Latam, señaló que la compra aprovecha que las acciones de Televisa cotizan en mínimos históricos, lo que representa una oportunidad de adquirirlas a precios bajos. Por su parte, Roberto Solano, de Monex, calificó la operación como un “voto de confianza empresarial”, destacando el entorno favorable para la televisora de cara al Mundial de Futbol de 2026. Solano añadió que la decisión de Tricio, quien forma parte del Consejo de Administración de Televisa desde 2012, es una señal positiva que refuerza la confianza en el empresariado mexicano y podría ayudar a “reactivar el apetito del mercado” por nuevas emisoras en la BMV.