Estas previsiones reflejan un entorno de incertidumbre geopolítica y una transición energética global. Según el informe "Perspectivas de los mercados de productos básicos" del Banco Mundial (BM), se espera que el precio del oro aumente un 42% en lo que resta de 2025 y un 5% adicional en 2026, lo que podría llevar su cotización a casi el doble de su promedio del período 2015-2019. Esta proyección se alinea con el desempeño reciente del metal, que en octubre cerró con un avance mensual del 3.77%, llegando a tocar un máximo histórico de 4,382 dólares por onza. El oro se ha beneficiado de su condición de activo refugio ante el recrudecimiento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y la expectativa de recortes de tasas por parte de la Fed. Por el contrario, el BM pronostica que los precios del crudo Brent bajarán de un promedio de 68 dólares por barril en 2025 a 60 dólares en 2026, su valor más bajo en cinco años. Esta caída se atribuye a la desaceleración de la demanda de petróleo en China y al aumento en el uso de vehículos eléctricos. El desempeño del petróleo WTI en octubre, con una pérdida mensual del 2.23% para cerrar en 60.98 dólares, respalda esta perspectiva.

La baja fue influenciada por advertencias de un posible exceso de oferta y la reducción de tensiones geopolíticas en Medio Oriente. Ante este panorama, el economista jefe del BM, Indermit Gill, alertó que el respiro inflacionario por los menores precios de la energía "no durará", instando a los gobiernos a aprovechar para ordenar sus finanzas.