Esta ganancia rompió una racha de cuatro caídas consecutivas.

Varios analistas, incluyendo a Gabriela Siller de Grupo Base, atribuyen este movimiento a dos factores principales.

Primero, una corrección técnica tras las pérdidas acumuladas en sesiones previas y durante octubre, mes en el que la divisa se depreció un 1.4%. Segundo, un mayor apetito por el riesgo en el mercado financiero global, lo que benefició a varias monedas de economías emergentes. Este optimismo, según explican los expertos, se debe en parte a “la especulación de que la Reserva Federal podría recortar la tasa de interés el 10 de diciembre, pues continúan las señales de deterioro económico en Estados Unidos”. La fortaleza del peso se reflejó en las ventanillas bancarias, donde el dólar al menudeo cerró en 18.98 pesos a la venta en sucursales de Banamex. A pesar de la recuperación, los analistas advierten que se mantiene el riesgo de volatilidad, señalando que la moneda puede seguir presionada por la postura comercial de Estados Unidos y la espera de la decisión de política monetaria de Banxico.