El Nasdaq Composite, de alto componente tecnológico, fue el más afectado con una caída del 2.04%, su mayor pérdida desde el 10 de octubre. Le siguieron el S&P 500, que cedió un 1.17%, y el Promedio Industrial Dow Jones, con una baja del 0.53%.

Este retroceso fue impulsado por advertencias explícitas de altos ejecutivos de los principales bancos de Wall Street, como Morgan Stanley y Goldman Sachs, quienes alertaron sobre la posibilidad de una corrección del mercado de entre 10% y 20%. La principal preocupación radica en las valuaciones “exageradas” de muchas compañías, especialmente aquellas vinculadas al auge de la inteligencia artificial. Chuck Carlson, presidente ejecutivo de Horizon Investment Services, señaló que “las valoraciones de muchas de estas empresas estaban bastante estiradas y sus ganancias eran buenas, pero no excelentes”, describiéndolo como “una receta para la recogida de beneficios”. El nerviosismo se vio exacerbado por reportes trimestrales de empresas relevantes que decepcionaron al mercado. Como resultado, los inversionistas mostraron una clara aversión al riesgo, trasladando flujos de capital hacia activos considerados más seguros, como el dólar estadounidense, que en contraste, acumuló su quinta sesión consecutiva de ganancias.