Estos mensajes contradictorios llevaron a los inversionistas a reducir sus apuestas por un nuevo recorte de tasas, lo que tuvo un efecto dominó en los mercados.

El dólar estadounidense se fortaleció por quinta sesión consecutiva, con su índice DXY alcanzando su nivel más alto desde abril. Esta fortaleza del dólar presionó a las monedas de economías emergentes, como el peso mexicano, que alcanzó su peor nivel en dos meses. A nivel local, el mercado espera que el Banco de México sí aplique un recorte de tasas esta semana, lo que podría ampliar la divergencia de políticas monetarias y añadir más presión al tipo de cambio.