La principal razón de su caída fue la fortaleza del dólar estadounidense.

Un dólar más fuerte encarece el oro para los compradores que utilizan otras monedas, lo que reduce su demanda. Los analistas señalaron que el metal amarillo se encuentra en una fase de corrección a la baja tras haber alcanzado un máximo histórico de 4,381 dólares por onza.