Esta situación crea un riesgo significativo, ya que una caída en estas compañías podría arrastrar al resto del mercado.

Casi el 40% de la capitalización bursátil se concentra en solo diez grandes empresas, cuyo desempeño está intrínsecamente ligado al desarrollo de la IA. Muchas de estas compañías ya cotizan a niveles que igualan o superan las estimaciones de su valor justo, lo que implica que no hay margen de error si el crecimiento del sector se frena. El impulso positivo generado por la IA apenas logra contrarrestar los vientos macroeconómicos en contra, como el debilitamiento del gasto del consumidor y la creciente deuda de los hogares y del sector público en Estados Unidos, que ya supera los 38 billones de dólares. El riesgo de una corrección del mercado puede activarse por varias vías.

Primero, una caída en los gigantes de la IA arrastraría al índice S&P 500 dada su alta ponderación. Segundo, una pérdida de confianza en la solvencia fiscal de EE.UU. podría provocar una subida en los rendimientos de los bonos y un endurecimiento del crédito.

Tercero, el desapalancamiento forzado en fondos podría acelerar cualquier caída.

Este escenario, que combina valoraciones altas, concentración extrema, deuda récord e inflación persistente, sugiere que los mercados estadounidenses tienen mucho que perder si alguna de estas variables se deteriora.