El Nasdaq Composite fue el más afectado, con una caída que rondó el 1.9%, seguido por el S&P 500 con un retroceso de aproximadamente 1.1% y el Promedio Industrial Dow Jones con una baja de más del 0.8%. Esta ola de ventas fue impulsada principalmente por el sector tecnológico, que ha sido el motor del mercado en los últimos meses. Las acciones relacionadas con la inteligencia artificial, que habían llevado a los índices a máximos históricos, mostraron debilidad, lo que sirvió como un "claro recordatorio de la dependencia de Wall Street de la tecnología".

Empresas como Microsoft, Amazon, Nvidia y Qualcomm registraron pérdidas notables.

El sentimiento negativo se vio exacerbado por datos económicos preocupantes.

Un informe de la consultora Challenger, Gray & Christmas reveló que los anuncios de despidos en Estados Unidos alcanzaron en octubre su nivel más alto en 22 años, lo que sugiere un deterioro del mercado laboral que podría afectar el consumo. A esto se suma la incertidumbre generada por el prolongado cierre del gobierno estadounidense, que ha impedido la publicación de datos oficiales y ha obligado a los inversionistas y a la Reserva Federal a "volar a ciegas". Dennis Dick, de Stock Trader Network, resumió la cautela del mercado: "Hay incertidumbre sobre la decisión de la Fed del próximo mes, sobre hacia dónde van los aranceles, el cierre del gobierno (...) los mercados están algo cautos en este momento".