El índice KOSPI de Corea del Sur se desplomó un 3.7%, mientras que el Nikkei de Japón perdió un 1.19% y el Hang Seng de Hong Kong retrocedió un 0.92%. En Europa, el FTSE 100 del Reino Unido cayó un 0.4% y el Euro Stoxx 600 operó con una disminución del 0.7%. Una excepción notable fue el Shanghai Composite de China, que logró un avance del 1.1%. Estas pérdidas generalizadas fueron un reflejo directo de la situación en Estados Unidos, donde las señales de la Reserva Federal de que no habrá más recortes de tasas en 2025 enfriaron las expectativas de estímulo. Además, el prolongado cierre del gobierno y los datos privados que apuntan a un deterioro del mercado laboral estadounidense contribuyeron a la cautela de los inversionistas, quienes optaron por reducir su exposición a activos de riesgo en todo el mundo.