Varios miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) han expresado reticencia a nuevas medidas de flexibilización. La presidenta de la Fed de Boston, Susan Collins, manifestó que se necesitaría un "deterioro significativo del mercado laboral" para justificar un recorte, mientras que Alberto Musalem, jefe de la Fed de San Luis, reiteró que hay un "margen limitado para relajar aún más la política monetaria". La falta de datos económicos clave debido al reciente cierre del gobierno complica aún más la decisión, ya que la Fed tiene menos visibilidad sobre la inflación y el empleo. Neel Kashkari, presidente de la Fed de Minneapolis, calificó las señales económicas de "mixtas". Esta creciente división dentro del banco central y la falta de consenso sugieren que la decisión de diciembre está "lejos de estar asegurada", lo que ha añadido presión a los activos de crecimiento como las acciones tecnológicas y las criptomonedas.