Con la llegada de la temporada de compras de fin de año, los inversionistas anticipan el fenómeno estacional conocido como 'rally navideño', que históricamente impulsa las acciones de los sectores de consumo, tecnología y retail. Este año, el desempeño del rally está estrechamente ligado a factores macroeconómicos como las tasas de interés y el tipo de cambio. El 'rally navideño' es una tendencia que suele ocurrir en el último trimestre del año, impulsada por el aumento del gasto de los consumidores durante las festividades. Según Felipe Mendoza, analista de ATFX LATAM, este fenómeno arranca entre octubre y noviembre, con fechas clave como el Black Friday y el Cyber Monday actuando como catalizadores.
“El rally de Navidad se da porque las personas consumen más; esa confianza del consumidor impulsa las acciones”, explica Mendoza.
Históricamente, este período ha generado rendimientos significativos; por ejemplo, el S&P 500 subió cerca de un 7% durante el rally del año pasado, un retorno considerable para un solo trimestre.
Empresas como Amazon, Victoria’s Secret y Costco suelen ser las principales beneficiadas.
Aunque es un fenómeno centrado en Estados Unidos, su efecto se replica en economías cercanas como la de México.
Sin embargo, para 2025, el éxito del rally dependerá de variables macroeconómicas. Mendoza advierte que una posible baja en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal podría abaratar el crédito y estimular aún más el gasto.
Por otro lado, un fortalecimiento del dólar frente al peso mexicano podría encarecer los productos importados, frenando el consumo.
“Va a influir muchísimo lo que sea el detalle del tipo de cambio”, agregó el analista, subrayando la importancia de las futuras decisiones de política monetaria en Estados Unidos.
En resumenEl 'rally navideño' presenta una oportunidad estacional para los inversionistas, con potencial de ganancias de hasta 7% en los principales índices de Wall Street, beneficiando a acciones de consumo y tecnología. Sin embargo, su éxito en 2025 y su impacto en México dependen crucialmente de factores macroeconómicos, en particular de las decisiones sobre tasas de interés en EE.UU. y la evolución del tipo de cambio peso-dólar.