En cifras, el Dow Jones Industrial Average registró una caída del 1.18%, ligando su tercera sesión consecutiva a la baja.

Por su parte, el S&P 500 retrocedió aproximadamente un 0.92%, mientras que el Nasdaq Composite, de gran peso tecnológico, cedió un 0.84%.

El pesimismo del mercado se atribuyó a varios factores.

Principalmente, existía una gran expectativa y nerviosismo por los resultados trimestrales de Nvidia, considerados un termómetro del auge de la inteligencia artificial. Además, los inversionistas se mostraron preocupados por la posibilidad de que el entusiasmo desmedido por la IA haya elevado las valoraciones a niveles excesivos. A esto se sumó la espera por la publicación de datos de empleo en Estados Unidos, largamente postergados por el reciente cierre de gobierno, y un cambio en las expectativas sobre la política monetaria de la Reserva Federal, con menores probabilidades de un recorte de tasas en diciembre.