Si bien una mayoría consideró apropiado avanzar hacia una postura menos restrictiva, "varios participantes sugirieron que, según sus perspectivas económicas, probablemente sería adecuado mantener sin cambios el rango objetivo durante el resto del año".

La principal disyuntiva se centra en si la mayor amenaza para la economía es la debilidad en la contratación o la persistencia de la inflación, que se ha mantenido por encima del objetivo del 2% durante casi cinco años. Esta división, junto con la falta de datos de empleo de octubre y noviembre antes de la reunión de diciembre, ha llevado a los inversionistas a reevaluar sus expectativas. Según la herramienta FedWatch de CME, las probabilidades de un recorte en diciembre han caído drásticamente desde casi un 95% hace un mes a un "50-50" en la jornada actual. La correduría Monex estima que la Fed mantendrá las tasas sin cambios en diciembre, a la espera de datos clave de inflación y empleo.