Este dato representó la lectura más fuerte desde abril.
Aunque la tasa de desempleo repuntó ligeramente al 4.4%, el mensaje general para los mercados fue claro: la economía de EE.UU. mantiene un dinamismo que no justifica una relajación de la política monetaria por parte de la Reserva Federal. La reacción fue inmediata, ya que los operadores recalibraron sus expectativas y prácticamente descartaron un recorte de tasas en diciembre. Este cambio de percepción fue suficiente para revertir por completo el optimismo inicial generado por los resultados de Nvidia. Los inversionistas interpretaron que un mercado laboral robusto le da a la Fed el margen necesario para mantener las tasas de interés elevadas por más tiempo con el objetivo de anclar la inflación. En consecuencia, se produjo una venta de activos de riesgo, afectando a acciones, especialmente las tecnológicas, y a las criptomonedas, mientras que el dólar se vio favorecido.












