Al cierre semanal, el S&P 500 cayó un 1.95%, el Promedio Industrial Dow Jones retrocedió un 1.91%, y el Nasdaq Composite, de alto componente tecnológico, lideró las pérdidas con una caída del 2.74%, ligando así su tercera semana consecutiva a la baja, su peor racha desde marzo. El nerviosismo se centró en "la sostenibilidad del comercio vinculado a la inteligencia artificial y a la posible sobrevaloración de las empresas tecnológicas". Sin embargo, la jornada del viernes trajo un respiro.

Los mercados repuntaron después de que el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, sugiriera que el banco central podría tener "margen para un ajuste adicional a corto plazo" en las tasas, lo que elevó las probabilidades de un recorte en diciembre a casi el 70%. Este optimismo tardío permitió que el Dow Jones ganara más de 500 puntos el viernes, pero no fue suficiente para revertir las pérdidas acumuladas durante la semana, demostrando la fragilidad del sentimiento del inversor ante el panorama macroeconómico.